Los dos contactos que han mantenido el presidente electo del Barça, Sandro Rosell, y el técnico del primer equipo Josep Guardiola, han servido para diseñar el Barça de la temporada 2010-11. Un diseño en el que, si se cumplen sus planes, el delantero del Liverpool Fernando Torres sustituirá a Zlatan Ibrahimovic en una tripleta de ataque junto a Leo Messi y David Villa.
Ibrahimovic fue la gran apuesta en ataque de la pasada temporada, pero su falta de adaptación al estilo de juego del equipo convirtió su continuidad en el Barça en una incógnita. Pero además, en las últimas semanas se han producido varios acontecimientos que podrían precipitar los acontecimientos. Para empezar, las declaraciones de su mánager, Mino Raiola, en las que cuestionaba a Guardiola, no ayudaron a mejorar la situación y aumentaron las dudas sobre la voluntad del delantero sueco de hacer el esfuerzo de adaptación al ‘estilo Barça’. A continuación, Rafa Benítez, el técnico que llevó a Torres a Anfield, dejó el banquillo del Liverpool para hacerse cargo del Inter de Milán.
Hay otros factores. El Barça está decidido a buscar recambios en ataque, una vez que ‘Ibra’ es transferible, al igual que Thierry Henry, cuya aportación en la última campaña fue nula. La contratación de David Villa fue el primer paso para paliar este déficit atacante; pero es obvio que para afrontar con garantías todas las competiciones Guardiola necesita más ‘pólvora’.
Así, Fernando Torres se presenta como una buena opción pues desea regresar a la Liga española y lo quiere hacer a un club como el Barça que le garantiza luchar por todas las competiciones. Por otra parte, ‘el Niño’ lleva muchos años jugando con los internacionales españoles del Barça y conoce perfectamente su estilo de juego. De hecho forma tándem en ataque con Villa cuando Vicente del Bosque opta por alinear a dos puntas. Ellos dos, con Leo Messi por detrás, formarían una tripleta demoledora que en la pasada campaña sumaron 97 tantos (45 Leo, 28 David y 22 Fernando que estuvo muchos meses lesionado). Los jóvenes Pedro y Bojan seguirían teniendo presencia en un equipo que debe afrontar 70 encuentros por temporada y en el que Guardiola quiere tener diferentes variantes tácticas, como en su día era la apuesta por ‘Ibra’.
La intención de Rosell y Guardiola, una vez asumido que el fichaje de Ibrahimovic no salió como todo el mundo esperaba, es que ese fallo de cálculo no condicione la campaña 2010-11.
De ahí que se intentará que la operación no sea excesivamente gravosa para las arcas del club gracias a lo que se puedan conseguir del posible traspaso de Zlatan. No se descarta la opción de un trueque si el jugador y el Liverpool están dispuestos a llevarlo a cabo; pero también están dispuestos a asumir que la operación resulte negativa desde el punto de vista económico si se logra una solución satisfactoria desde el punto de vista deportivo.
Se contempla una cifra en torno a los 50 millones de euros teniendo en cuenta que por un futbolista de su nivel, David Villa, pero que cumplirá 29 años la próxima campaña, el Barça abonó 40 millones al Valencia. Torres cumplió 26 años el pasado mes de marzo.
Fernando Torres es un objetivo blaugrana desde que Sandro Rosell llegó a la directiva del Barça junto a Joan Laporta tras las elecciones de 2003. Ya en aquellos tiempos se consideraba que Fernando, todavía en el Atlético de Madrid, era un delantero con las características apropiadas para adaptarse al estilo de juego blaugrana.
Por otra parte, Sandro Rosell mantiene una muy buena relación personal con el ahora ariete ‘red’ desde su etapa como alto ejecutivo de Nike, factor que puede ayudar a la negociación pues el nuevo presidente blaugrana podría tener hilo directo con él y ayudar a que se pudiera agilizar la operación.
El Liverpool no quiere desprenderse de una de sus principales estrellas pero es evidente que los graves problemas económicos que le acucian se unen a una crisis deportiva que ha llevado al relevo de Rafa Benítez, con lo que no se puede descartar que el club se vea abocado a negociar la marcha de Torres. Por supuesto que si el nombre de Zlatan Ibrahimovic se pudiera incluir en la operación se podría despejar mucho más el camino. Un camino que no parece que vaya a resultar nada fácil de recorrer en las próximas semanas.
